lunes, 22 de febrero de 2016

DESCRIPCIÓN MODERNISTA

Acababan de darnos las vacaciones de Navidad, cuando mis padres me comunicaron que nos íbamos a ir una semana a un pequeño pueblo de los Alpes, llamado Ortisei. Yo soy de Madrid y casi nunca había visto la nieve, por lo tanto cuando llegamos a aquel lugar me quede asombrado. Era increíble, no tenía palabras para poder describir con mis propias palabras, la belleza y la tranquilidad que transmitía aquel precioso pueblo. A lo lejos podíamos observar como los tejados de las casas eran completamente blanquecinos, cubiertos por una gran masa de nieve. 
Ortisei es un pueblo que se dedica al turismo, debido a que está en el valle de uno de los más altos picos de los Alpes, "Sassolungo" con 3200 metros de altura.
Cuando llegamos vimos un pueblo lleno de hoteles y pequeñas casas muy bonitas, pero lo que más me sorprendió fue que todas ellas estaban decoradas con unas luces navideñas muy hermosas, por lo que me pareció un lugar muy acogedor. 
Y no me equivoqué, para mi fue una semana perfecta, la cual aprovechamos maravillosamente, aquellas montañas eran espléndidas para poder esquiar o realizar cualquier deporte de invierno, además de que había muchos turistas siempre en ellas, dándoles un atractivo único e inigualable.

El problema era el frío helado que había en esa época del año, por eso debiamos ir siempre muy abrigados a todos lados. Aunque por otro lado todos los enamorados por las noches se estaban siempre dando abrazos para mantener el calor entre ellos, y gracias a eso pude conocer a Carla. 
Nos encontrábamos en un bar, cuando ella se acercó tímidamente a mi y me dio un gran abrazo, diciéndome al oído que no tuviera frío. En ese momento sentí como si un ángel me hubiera rozado con gran ternura mi espalda. Carla era un chica muy atractiva, rubia, ojos azules, tez blanquecina y transmitía un esplendor encantador, poco a poco la fui conociendo mejor y al final se creó un gran vínculo entre nosotros. Ella me llevaba a lugares muy hermosos que estaban ocultos en el bosque, donde conseguía que olvidara todos los problemas y disfrutara de aquellos preciosos momentos.
Y para finalizar os voy a mandar una foto del lugar donde solía quedar con Carla, puesto que esa historia que os he contado pasó cuando tenía 17 años, ahora nosotros vivimos aquí en Ortisei con nuestros dos hijos. También os animo a que vengáis a visitar este pequeño pueblo del que yo me enamoré, debido a que en el interior de sus calles se guarda una magia muy especial y os invito a conocerla.