miércoles, 7 de octubre de 2015

LA DAMA DORADA

Era un fría noche de invierno en Sevilla, las luces de las farolas reflejaban las pequeñas gotas de lluvia que caían del cielo grisáceo, las calles estaban inóspitas y sin alma puesto que todo el mundo se encontraba resguardado en sus moradas.
En una de esas moradas se encontraba una humilde familia de pintores. Lorenzo era el pequeño de los 3 hermanos, no tenían muchos recursos económicos debido a que los cuadros de su padre no se vendían con mucho éxito entre la multitud, pero intentaban subsistir con el dinero que traían sus dos hermanos que trabajaban de sirvientes del Conde Dorado de Triana.
Lorenzo era un niño muy tímido y cerrado de 14 años, en la escuela no se relacionaba con nadie y solo le gustaba aislarse en su diario donde escribía y dibujaba sus aventuras que le ocurrían a lo largo del día. Sus padres estaban muy preocupados porque veían que Lorenzo no era un chico normal como sus demás compañeros, por eso un día sus hermanos se lo llevaron al palacio del Conde donde ellos trabajaban para que Lorenzo intentara hacerse amigo de la hija del Conde que tenia la misma edad que él.
Aquel día se encontraba muy nervioso e impresionado debido a que aquel palacio era una magnífica obra de arte. Lorenzo se puso de sirviente junto a sus hermanos y cuando vió bajar a la hija del Conde se quedó enbobado, era una niña con la tez clara, ojos verdes y cabello dorado como el oro, también portaba una sonrisa espléndida y parecía una chica muy social y alegre, al contrario que Lorenzo. La hermosa dama quería conocer a Lorenzo puesto que había oido hablar de él unos días antes y fue a buscarlo. Él se encontraba en el jardín escribiendo en su diario, como solía hacer de costumbre, estuvieron hablando mucho tiempo y auqnue no tenían muchas cosas en común entre ellos dos se creo un vínculo muy extraño que no se podía explicar.
A partir de ese momento los dos quedaban siempre a escondidas de todo el mundo, en un pequeño claro de un bosque que pegaba al Guadalquivir. La pequeña dama, Sofía, solo podía encontrarse con Lorenzo por las noches debido a que el Conde estaba pendiente de ella en todo momento y no quería que se juntara con  pobres como Lorenzo. El bosque donde quedaban era un lugar inóspito, con sombras y ruidos muy inquietantes que salían de las oscuras sombras de los árboles y matorrales.

Lorenzo cada día se enamoraba más de Sofía, la cual escondía muchos misterios y secretos que a él le encantaba descubrir poco a poco. Gracias a ella ya no se sentía solo ni triste y la quería tener a su lado para toda la vida, el problema era que no sabía como explicarle lo mucho que la quería debido a su gran timidez. El bosque donde quedaban cada día estaba más raro y misterioso, muchos días había cadáveres y esqueletos de animales esparcigados por el suelo y muchas veces se oían disparos cercanos. Sofía notaba que algo le preocupaba a su padre porque todas las noches sacaba sus rifles y desaparecía del palacio.
Una de esas noches Lorenzo iba a decirle a Sofía que la quería, aunque sabía que para él era un amor imposible, aquella noche mientras que los dos estaban mirando las estrellas, aparecieron de la oscuridad varios hombres encapuchados con rifles, y uno de ellos decía a por el chico..!!
Se produjeron varios disparos, pero cuando Lorenzo quiso reaccionar vió que a Sofía le habían alcanzado todos esos disparos debido a que se había puesto delante suya para protegerle, Lorenzo se puso a llorar al lado del cuerpo sin vida de la hermosa dama, le cogío de la mano y le notó un pequeño papel donde ponía.....Te quiero..!!!

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